Desde
siempre el hombre ha estado intentando encontrar respuesta a las tres
preguntas elementales; ¿Quién soy?, ¿De dónde vengo?, ¿Hacia dónde voy?
Siempre ha buscado respuestas en diferentes disciplinas como la
filosofía, las ciencias, la religión, etc., sin buscarla donde realmente
están, en su interior. Sólo podemos encontrar la solución a esas
cuestiones en el interior de cada uno, y la respuesta sólo vale para
cada individuo, es intransferible, cada cual debe buscar la suya.
Además, las respuestas van revelándose poco a poco, progresivamente,
conforme nos conozcamos mejor a nosotros mismos.
Ante esto surge una nueva cuestión: cómo encontrar esas respuestas en nuestro interior, cómo buscarlas. La respuesta es: a través de una metodología que nos haga acceder a nuestra parte más profunda, lo que se ha venido llamando Ser superior o Yo superior, que no es el ser cotidiano que siempre somos, nuestra forma de ser común. Esa metodología son las enseñanzas de las escuelas ocultas, enseñanzas que hasta hace poco más de un siglo estaban veladas, reservadas a unos pocos, y en esta época se han abierto a todos aquellos a quienes interese.
Ante esto surge una nueva cuestión: cómo encontrar esas respuestas en nuestro interior, cómo buscarlas. La respuesta es: a través de una metodología que nos haga acceder a nuestra parte más profunda, lo que se ha venido llamando Ser superior o Yo superior, que no es el ser cotidiano que siempre somos, nuestra forma de ser común. Esa metodología son las enseñanzas de las escuelas ocultas, enseñanzas que hasta hace poco más de un siglo estaban veladas, reservadas a unos pocos, y en esta época se han abierto a todos aquellos a quienes interese.